martes, 10 de mayo de 2016

ACCIDENTOLOGÍA VIAL





Se puede definir a la Accidentología Vial como la disciplina científica que tiene por objeto de estudio el accidente de tránsito terrestre, y por finalidad la determinación de las circunstancias, condiciones y resultados de dicho suceso, así como también elaborar y coordinar programas de prevención y educación en base a problemáticas específicas. Un accidente de tránsito es, por definición, aquel suceso que ocurre en la vía pública o privada donde interviene al menos un vehículo en movimiento y que produce daños en las cosas y/o lesiones en las personas. Técnicamente, es una situación dinámica que implica una serie de acontecimientos que culminan en el hecho. Cada una de ellas es y debe ser estudiada por separado y luego en conjunto, no sólo para entender como sucedió el accidente, sino también para prevenir futuros incidentes.
CLASIFICACIÓN 
El tránsito se clasifica teniendo en cuenta el medio a través del cual se desplaza el hombre. Tenemos entonces:
  1. Tránsito Acuático – Es aquel que se realiza utilizando el agua como medio, ya que sean mares, lagos y ríos, tomando el nombre de tránsito marítimo, lacustre o fluvial, respectivamente, o mejor dicho aquella circulación que se lleva a cabo en la hidrosfera.
  2. Tránsito Aéreo – Es el que lleva a cabo utilizando como medio el aire, o sea la parte que llamamos atmósfera.
  3. Tránsito Terrestres – Se lleva a cabo desplazándose sobre la superficie de tierra, en la parte que llamamos litósfera, utilizando los cambios pedestres, de herradura, carreteras, líneas férreas, etc.
Para cumplir con esta actividad y en los diferentes medios de que hablamos, el hombre dispone en la actualidad de una serie de vehículos motorizados y sin motor, que utilizando las vías terrestres, acuáticas o aéreas, unes los pueblos, continentes del globo terrestre, enlazando a los hombres hermanando a los pueblos y los estados. En nuestro tema nos vamos a concretar en lo concerniente al tránsito terrestre.
ELEMENTOS DEL TRANSITO
Si bien existe a veces un uso algo confuso de la palabra “fortuito” (la Organización Mundial de la Salud (OMS) reconoce al accidente de tránsito como un “hecho fortuito” del que resultan lesiones considerables en las personas), el término accidente no puede ser asociado a la buena o mala fortuna/suerte de sus implicados. Es el resultado de la causalidad y no de la casualidad.
El Accidente de Tránsito es el resultado final de un proceso en el que se encadenan diversos eventos, condiciones y conductas. Los factores que desembocan en un accidente (que produce un daño material al vehículo y/o físico y anímico al conductor) surgen dentro de la compleja red de interacciones entre el conductor, el vehículo y la vía en unas determinadas condiciones ambientales.
Estas causas, a los fines de estudio e investigación, son agrupadas en tres (3) grupos o categorías, conformando lo que se denomina “triángulo accidentológico”. Por tanto las causas de estos siniestros habrán de deducirse en Función de los Elementos de Tránsito o los elementos del accidente que, en todo caso, son tres:
  1. El hombre
  2. El medio ambiente (incluyendo la vía)
  3. El vehículo
ELEMENTO DEL HOMBRE
El elemento más importante que interviene en el tránsito es el hombre. El hombre es una armonía y compleja entidad que posee las cualidades necesarias y suficientes para ser un buen usuario de la vía. Solamente sería necesario que adquiera ciertas habilidades y destrezas además de aprender las reglas consecuentes. Depende de la buena o mala condición psico-física del hombre para que su actuación sea correcta o incorrecta. En este último caso sus actos generarían infracciones a la norma establecida o a las reglas de seguridad propiciando accidentes. El elemento hombre participa en la circulación de muchas maneras directas o indirectas. Es de suma importancia identificarlas:
  1. Cómo reacciona al conducir un vehículo (conductor)
  2. Las actitudes más comunes al cruzar una calle (peatón)
  3. El comportamiento que observa en un vehículo en movimiento (ocupante).
MEDIO AMBIENTE
El Medio Ambiente incluye tanto las condiciones meteorológicas (lluvia, nieves, neblina, etc.) como las viales (condición de la calzada, señalización, etc.) La vía es la superficie sobre el cual se desplazan los vehículos, peatones y excepcionalmente animales, pudiendo estar circunscrita a los límites de propiedad. Su diseño, contrariamente lo que se espera de ello, muchas veces puede influir en la producción de un accidente de tránsito. Esto ocurre, especialmente, cuando presenta características especiales respecto de su nivel o por su configuración y que eventualmente propicien problemas en la circulación. Esta situación es más notoria en las curvas en donde el exceso de velocidad o la desatención momentánea pueden propiciar que el vehículo sufra los efectos de la fuerza centrífuga y se salga por la tangente. Los accidentes más frecuentes en este tipo son el despiste y volcadura.
ELEMENTO VEHÍCULO
El vehículo, dentro de los términos o frases empleados en la Ley de vehículos y Transito de Puerto Rico, Ley Núm. 22 de 7 de enero de 2000, “significará todo artefacto o animal en el cual o por medio del cual cualquier persona o propiedad es o puede ser transportada o llevada por una vía pública, exceptuando aquéllos que se usen exclusivamente sobre vías férreas”. Siempre que no se establezca de una manera expresa algo diferente, es todo artefacto sobre el que se puede transportar personas o cargas en la vía pública a excepción de los aparatos movidos por tracción humana o los operados exclusivamente sobre rieles.
La contribución del vehículo en la problemática de los accidentes de tránsito se exterioriza cuando alguna parte de su estructura, equipo, accesorios o carga resultan defectuosos o peligrosos con las normas de operación. El vehículo como uno de los elementos del transporte puede proporcionar una condición que combinada con otras puede dar lugar a la producción de un accidente de tránsito; sin embargo, cada una de ellas contribuye en distinta proporción. Generalmente el vehículo como tal, es el que menos contribuye a la producción de un siniestro de todas maneras es el hombre quien tiene gobierno sobre él y en última instancia es quien responde por un buen o mal funcionamiento.
Su incidencia directa en el accidente se manifiesta por la mala conservación del mismo o bien por no contar con aquellos elementos que podrían haber disminuido ó prevenido la lesión. Estos son los elementos de seguridad activa (imprescindibles para el correcto funcionamiento del vehículo: luces, frenos, dirección, etc.) y los de seguridad pasiva (elementos no esenciales que inciden en el caso de producirse un accidente: cinturón de seguridad, apoya-cabezas, air-bags, etc.)

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